Esto es la maldición del sentido común. Uno ve un cuadrado y dice "mira, un cuadrado". Y resulta que las normas sociales, lo políticamente correcto, los sistemas educativos, las carreras profesionales, en definitiva la humanidad entera parece estar edificada sobre el pilar de que aquello es un círculo y te lo tienes que llevar rodando, calladito y sin rechistar, con iniciativa y motivación propia. Y como se te ocurra ni siquiera mencionar que aquello parece un cuadrado, miles de años de moral se te echan encima con la fuerza del big bang. Eres un radical egoísta soberbio anarquista conflictivo que cree ver un cuadrado por motivos de inmadurez, cobardía, odio a la humanidad, envidia, resentimiento.
Realmente es difícil. Uno sólo pretende seguir su camino, pero parece que siempre obstaculiza el camino de alguien. ¿Por qué? Tal vez muchos de los caminos de los demás estén previamente construídos sobre la libertad de uno. Nota: tengo que ver a un psiquiatra. Estoy empezando a pensar en grandes conspiraciones.
Fuckowsky. Memorias de un ingeniero. Por Alfredo de Hoces García-Galán.
Vía Barrapunto, a la que he llegado vía La maté por un yogur, a donde he llegado vía Microsiervos. Yo no buscaba este libro. La Red, que se llama. Se puede descargar gratuitamente bajo licencia Creative Commons desde Yoescribo.com. Necesita registro (también gratuito).
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