Parece que el Partido Popular en Cataluña está últimamente muy liado.
Desde la calle Génova en Madrid hace algún tiempo se miraba de reojo a Piqué por unas declaraciones que a mi juicio fueron muy acertadas: tanto Acebes como Zaplana tienen una imagen muy desgastada, que sólo es mantenible delante de los ya convencidos a darles su voto. Es difícil que estas caras traigan nuevas papeletas electorales.
Yo a esos dos les añadiría alguno más, como Trillo.
Sin embargo, no pretendo ponerme a pontificar sobre qué candidatos o caras públicas debe presentar cada partido. Ellos sabrán.
Lo que me permite introducir el tema de este modo es el nexo de unión: Piqué.
O más concretamente: Piqué, Cataluña y el PP. Con C o sin C, es decir, el PP o el PPC.
Y el plato del día: el catalán.
Dicen los que han leído el proyecto de Estatut que en algunos aspectos puede ser interpretado como una imposición lingüística.
Últimamente, vemos cada día cómo existe un problema de normalización en el uso de las lenguas oficiales en Cataluña: jueces denunciados cuando piden que se traduzcan textos al castellano1, políticos que exigen que el catalán no sólo sea la lengua de la educación (¿dónde quedó eso de la elección?) sino que debe "recuperar el patio y el pasillo" contra esos "focos de resistencia en el sistema educattivo, colegios e institutos donde se sigue usando el castellano en clase"2, lenguas minoritarias (como el aranés) que por aquello de la estructura anidada cobran más importancia que otras como el bable o el panocho (ya sé que el panocho parece ser hablar mal y punto, pero no es así) cuando su repercusión social es similar, etcétera, etcétera.
Yo soy de los que opinan que el catalán es fuente de riqueza para Cataluña, porque una lengua, un modo de expresión, una forma de comunicación siempre es algo que enriquece. Y por eso creo que es también una fuente de riqueza para España. Renegar del catalán es renegar de la lengua oficial (o co-oficial, corrijanme si me equivoco) de parte de nuestros conciudadanos.
Y como lengua minoritaria, como lengua co-oficial, debe ser respetada y difundida, promovida. Igual que el castellano en toda España, el catalán en Cataluña.
El problema es cuando se confunde esa protección y promoción con la imposición unilateralista.
Y es que a veces las lenguas se convierten en motivo de discusión. Cuando su objetivo y principal aval es la cohesión, cuando su principal activo es la cultura y la comunicación, a veces eso se torna en lucha partidista y en imposiciones necias con carácter victmista.
Pero luego está la demagogia.
Ay, la demagogia.
¡Qué sería de nuestros políticos sin ella!
Si el Estatut supone una imposición de facto del catalán como lengua principal y cuasi-única en Cataluuña. Si el Partido Popular no está de acuerdo con eso. Si el señor Piqué cree que "desde hace ya unos años, y particularmente en los últimos, la
aplicación de la política en materia de lengua ha sido cada vez más
discriminatoria contra el castellano, desde la creencia de algunos de
que para potenciar el catalán es necesario hacer eso. Y no es verdad.
No hay mayor riqueza que la pluralidad en el conocimiento de las
lenguas y en el respeto de los derechos individuales de las personas."3
Si todo eso es cierto...
¿Por qué en la web del Partido Popular catalán no hay traducción al castellano? ¿Por qué en la web del Partido Popular catalán sólo hay una "Noticia destacada" en catellano, la última, y ninguna más?4
No entiendo nada...
1Enlace: La generalitat denuncia a una juez por pedir al traducción al castellano de un cartel en catalán (El Mundo).
2Enlace: Canallas (ABC).
3Enlace: Encuentros digitales, con Josep Piqué (El Mundo), pregunta y respuesta número 21.
4Enlace: Web del Partit Popular de Catalunya (PPC).
Inspirado por El Submarino de Época, un blog de Periodista Digital.
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